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Mensajes de despedida


Te digo adiós y cuando me despido un hermoso sueño muere dentro de mí. Te digo adiós para siempre, aunque toda la vida seguiré pensando en ti.

Todavía no comprendes que cuando te dije que no te quería, seguía queriéndote, que aunque el amor nos une, nos separa la vida. Porque lo nuestro es imposible. Me despido de tí para siempre.

Cuando se ha amado de verdad es difícil decir adiós. Cuando aún existe amor es incluso más doloroso. Pero tú sabes que lo mejor para los dos es que nos separemos ahora y que mantengamos toda la vida el recuerdo de lo que hemos vivido juntos. Siempre te llevaré conmigo.

No le temo a la despedida, le temo a la desolación que inundará mi alma al saber que nunca más me perderé en el fondo de tus ojos.

Mis labios te dicen adios mientras mi corazón se muere. Yo te amo y te amaré siempre, pero tú sólo me quisiste como amigo/a. Gracias por todo lo que me has dado.

¡Qué triste es la despedida, cuando aun existe amor!, nunca se cierra la herida, se desangra el corazón, se acaban las ilusiones y se pierde la razón. ¡Qué triste es la despedida, cuando no hay a quien darle amor!

Amarte fue tocar el cielo y disfrutar de su plenitud. Ahora que de ti me despido tengo el alma tan destrozada y me duele tanto el cuerpo de llorar que no sé si podré aguantarlo. Me perderé en la distancia sin dejarte de amar.

Cada vez que alguien se va, deja espacio para alguien que viene. Un día conocerás a alguien que te demostrará por qué lo nuestro nunca llegó a funcionar.

Avancemos. Esto es solo un capítulo del pasado. No cierres el libro, sólo pasa página y comienza a leer una nueva historia.

Olvida lo suficiente para superarlo y recuerda lo suficiente para que no se repita. A veces el amor de tu vida llega después del error de tu vida.

A veces se gana, a veces se aprende. Lo nuestro ha sido muy bonito mientras ha durado, pero es hora de empezar algo nuevo y confiar en la magia de los comienzos.

No llores por lo que perdiste, sonríe por todo lo que aprendiste. En ocasiones los mejores comienzos llegan después de los peores finales.

Estoy seguro de que nadie te querrá nunca tanto como yo y deseo que alguien consiga hacerte feliz y que puedas hacer realidad tus sueños.


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